domingo, 10 de enero de 2010

"Aquella lluvia, conquistó mi aburrimiento"







Una tarde dominguera, me encontraba expectante del día que se venía. En esa espera, sin ansías, ni esfuerzos, me encontraba acostado. Se admiraba un clima de verano, espeso, en donde la sensación térmica pasaba a ser una molestia, en donde la brisa era idolatrada, por su ausencia y necesidad.

En eso, la luz del sol, que entraba por mi ventana, poco a poco se fue desvaneciendo, escapando, huyendo. Una gran nube gris arrasó el cielo, y aquella brisa se presentó. Inmóvil, me dejé vencido ante tanta inactividad, ante tanto aburrimiento....

En eso; mis oídos persiguen aquel sonido de gotas, pegando contra el techo de chapa de mi terraza. Al principio ese ruido me impacientó, me alteró.

Finalmente: "Aquella lluvia, conquistó mi aburrimiento"


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